El Ascendente, junto con el signo solar, lunar y el planeta Marte, es uno de los cuatro pilares más importantes de nuestra personalidad.
Si el Sol representa a nuestra esencia «YO SOY», la Luna a nuestras emociones «YO SIENTO», Marte a la acción (YO ACTÚO), el Ascendente representa la manera de «entrar en la vida».
Vayamos paso por paso:
Si en el momento de nuestro nacimiento mirásemos al este (que es el punto de salida del sol) encontraríamos al Ascendente, es decir, al signo zodiacal que se encontraba en ese instante en «ascenso». Por ese motivo, el Ascendente representa el punto de entrada de luz «la puerta de entrada a la vida». El Ascendente se encuentra ubicado en la Casa 1, la casa natural de Aries, o dicho de un modo más coloquial, «la casilla de salida».
Esa entrada material a la vida vendrá determinada por la experiencia en el parto. ya que el nacimiento es «el mayor de nuestros inicios.» Por lo que «nuestro primer inicio marcará nuestros futuros inicios» ¿Inicios de qué? Inicios a la hora de establecer nuevos contactos, trabajos, relaciones…
Pongamos un ejemplo: Nacer con Ascendente Escorpio, nos indicará que o bien en el proceso de gestación o del parto, la vida del bebé estuvo en riesgo (puede ser algo evidente como sutil).Esto provocará que esa persona, cuando tenga que iniciar cosas, las vivirá con tensión o estrés, como si hubiese llegado con el instinto de supervivencia en «modo alerta» .
El signo del Ascendente, no sólo nos puede hablar de cómo fue nuestra experiencia de la llegada a la vida, sino también de cómo nos mostraremos ante la vida, tanto a nivel físico como conductual, con la que nos «presentaremos al mundo». Vendría a ser como la primera impresión que los demás se llevarán de nosotros cuando nos conozcan.
Nuestro modo de mostrarnos
A nivel físico, externo: Detenernos en el detalle que hace referencia al ascendente, en relación con nuestro aspecto físico o la ropa que usamos para salir al mundo, no tiene tanta utilidad a la hora de interpretar una Carta Natal, al menos desde un punto de vista más evolutivo, pero sí quiero explicaros el motivo por el que escogemos mostrarnos físicamente con un look u otro.
El alma tiene que escoger una presencia física para su propósito. Y para ello, necesita tener cierto aspecto físico para reconocerse o o identificarse con personas o grupos que se necesitan para compartir o desarrollar su propósito. Imaginemos un Ascendente Acuario. Si hablamos de su modo de mostrarse a través del aspecto, elegiría un aspecto diferente, poco conservador, o al menos que muestre en pequeños detalles originalidad en quizás algún complemento.
Lo que escogemos es un vehículo para poder identificarnos con los otros a modo de creencias, desarrollo o filosofías de vida. Seguramente, si vamos en el metro y nuestro estilo es hippie, antes nos fijaremos en personas que se asemejen a nuestro aspecto, que a personas que lleven traje y corbata, porque no nos sentiríamos afines a estos últimos.
A nivel conductual, interno: Como ya hemos dicho, el Ascendente representa la forma en que nos mostramos hacia el exterior. Pero… ¿eso que mostramos fuera, lo tenemos integrado en nosotros? Imaginemos alguien con un Sol en Virgo (una persona tímida, racional y reservada) y con un Ascendente en Aries. Pongámonos en escena: esa persona entra en una reunión. La impresión que se llevarían las personas de la sala, sería la de una persona con iniciativa, activa y con impulso a la hora de intervenir. En cambio, sólo aquellos que la conozcan de verdad, sabrán que en el fondo es una persona tímida y reservada. De ahí que muchas veces cuando profundicemos a la hora de conocer a una persona muchas veces digamos «no pensé que fueses así, parecías muy seguro de ti mismo». La pregunta que deberíamos hacernos es: ¿Eso que los demás ven de nosotros, lo tengo realmente integrado en mí?
El Ascendente como punto evolutivo y la trampa del Ego
El alma nunca se equivoca en elegir nuestra presencia (ascendente), ya que el ascendente está en sintonía con el propósito del alma, pero la dificultad reside en que la energía del Ascendente suele ser una energía que aunque los demás la vean, nosotros no la tenemos integrada. Aunque nos mostremos así ante el mundo, solemos identificarnos claramente con nuestra energía solar y lunar, pero no con la del Ascendente.
De hecho, en un porcentaje muy alto, las personas suelen verbalizar «en serio tengo este ascendente? No lo soporto!» Al menos en una etapa de vida prematura o en un estado de poca evolución en conciencia.
¿Qué sucederá si paso gran parte de mi vida sin integrar esa energía?
Imaginemos que tenemos un Ascendente en Aries. Tener este ascendente nos obligará a que seamos independientes y valientes en la vida. Si no actuamos con valentía e iniciativa, la vida no parará de ponernos situaciones o personas que representen esa energía que seguramente rechacemos y nos pondrá delante situaciones en las que nos veamos obligados a actuar una y otra vez, con la finalidad de que desarrollemos esa energía. Jefes agresivos, personas o situaciones hostiles en las que nos veamos obligados a marcar límites o tomar iniciativas.
Sin duda alguna, el ego, pasará buena parte de la vida intentando sabotearnos, que no reconozcamos esa energía pero tomar conciencia representará un punto de evolución muy importante en nuestras vidas.
Una manera de detectar si estamos desarrollando esa energía es fijarnos si la energía de ese Ascendente la estamos usando en su «alta vibración» o «baja vibración». Por ejemplo, una persona que maneja bien a su Aries será una persona con iniciativa, valiente y decidida. En cambio, esa persona manejando mal esa energía, será alguien irritable e impaciente.
Conseguir «aniquilar al ego” no es una tarea fácil, y cuando se genera, se produce un vacío inmenso. Cuando ocurre el esperado “despertar de la conciencia” automáticamente deja de identificarse con el EGO. Por ese motivo, podríamos decir, que el Ascendente representa la puerta para despertar en conciencia. El Ascendente es pues, un punto evolutivo de nuestro propósito.
A la hora de leer una Carta Natal, por supuesto no solo hay que tener en cuenta la naturaleza del Ascendente, sino dónde está ubicado el regente, si se encuentra algún planeta ubicado sobre el Ascendente o bien si el signo solar o lunar tienen aspectos armónicos o inarmónicos con el Ascendente (si se llevan bien, vamos!). No olvidéis que para poder hacer la lectura de una Carta Natal se tienen que tener en cuenta todas las piezas del puzzle y esas piezas pueden otorgar un tinte diferente a los esquemas referenciados.
Gracias por estar aquí!
Yo tengo sol en escorpio y ascendente en Tauro como que nivel de energía de Tauro integré?
Hola Vanesa,
Eso no es posible saberlo sin analizar tu carta y experiencia de vida. En una sesión es cuando a través de la entrevista se puede entender qué energía estás integrando en mayor o menor medida. Todo dependerá del resto de la carta y si tienes elementos que te inclinan a sentirte más cómoda en una u otra energía y por lo tanto, darle más peso.
Muchas gracias!