¿A QUIÉN HAGO CASO?
Hasta ahora la ciencia siempre ha insistido en constatar tercamente que el cerebro era el órgano más importante del cuerpo, el que estaba en primera línea, el ejecutor, el jefe, pero, ¿Cuál es el primer órgano que se forma en un embrión?
El corazón. Ése es el primer órgano que se forma cuando la vida se abre paso en forma de embrión y después, viene el cerebro. Esto es algo que siempre me ha hecho pensar.¿Sería justo, entonces, destronar al corazón?
Como viene siendo habitual, hasta que la ciencia no pone pruebas sobre la mesa, aquellos que le damos credibilidad a nuestro lado más instintivo, espiritual o animal, somos los desterrados que debemos ser capaces de sostenernos firmes en nuestras creencias, ya que no hemos dispuesto de aparatos para confirmar nuestros argumentos.
Hoy quiero compartir con vosotr@s en este artículo una reciente noticia del mundo de la ciencia, que por cierto, respeto y admiro, aunque en ocasiones, para mi gusto, sean un pelín cerrados.
Este artículo explica que:
- El corazón “tiene cerebro” ya que dispone de un sistema nervioso independiente con multitud de neurotransmisores, por lo que confirman que el corazón puede tomar decisiones y actuar sin pedirle permiso al cerebro, pudiendo percibir, aprender o recordar.
- Envía más información al cerebro de la que recibe de él, activando o inhibiendo partes del mismo dependiendo de la situación.
- Produce la hormona que asegura el equilibrio general: homeostasis (inhibiendo estrés y liberando oxitocina)
- Se comunica energéticamente enviando mensajes al cerebro y al cuerpo, ya que, por fin han constatado que el campo electromagnético del corazón es 5000 veces más potente que el cerebro, y se extiende de 2 a 4 metros del cuerpo, es decir, los que nos rodean captan la información energética contenida en nuestro corazón.
- El circuito del cerebro del corazón es el primero en tratar la información que después pasa por el cerebro, en decir, las ondas cerebrales se sincronizan con las variaciones del ritmo cardíaco, si por ejemplo se acelera con las emociones negativas, es decir: el corazón arrastra al cerebro.
«El amor es un estado de conciencia inteligente»
Hay tres grandes niveles mentales, la mente instintiva, la racional y la más elevada, que ésta en el corazón. Es en el corazón donde se encuentra el centro de nuestro origen: el alma. Y en astrología, el signo Solar es el que representa al corazón, nuestra alma, nuestra esencia.
Resulta muy fácil seguir el camino del alma cuando seguimos el camino del corazón, ya que el cerebro tiene finalidades administrativas, pero las decisiones debemos sacarlas del corazón.
Vivir desde el SOL/CORAZÓN, significa vivir sin miedo, situado en el aquí/ahora. Siendo capaz de afrontar con paz y serenidad, incluso las peores circunstancias de la vida.
Vivir desde la mente, significa vivir con miedo, estrés y tensión. En este estado la mente nos mantiene atados a nuestro pasado y proyectándonos al futuro en un proceso dramático de repetición de errores y, por tanto, de sufrimiento y dolor.
El Ego necesita tener siempre la razón, pero una verdad nunca es discutible, querer hacerlo es necesitar tener la razón y si nos encontramos ahí, entenderemos que no estamos conectando con nuestro Sol en profundidad.
¿Cómo detectar si estoy conectado con mi signo solar en profundidad?
Imaginemos una persona con signo solar Aries. Una vez comprendamos qué significa ese signo solar, sabremos detectar rápidamente en qué energía nos estamos moviendo. Sin ponerme a profundizar en el arquetipo Aries, porque necesitaría varios artículos para hablar de ello, hagamos cuatro apuntes rápidos.
Aries es un signo caracterizado por una energía de fuego, una energía guerrera, impulsiva, que actúa sin pensar, franca, directa, impaciente, competitiva, y precipitada. ¡Estas son sólo algunas descripciones que representarían este arquetipo!
Pues bien, una persona que esté manejando bien su energía solar Aries en profundidad, sería alguien con habilidades para la toma de decisiones que requieran urgencia o inmediatez y por ejemplo, una persona con capacidad de liderar equipos.
Pero si por ejemplo nos centramos en una de sus características, como su impaciencia, ésta podría tener dos vertientes, la vertiente armónica-bien manejada desde el corazón o la inarmónica, mal manejada desde el ego.
Habilidad de la impaciencia manejada desde el corazón, podría ser usada, por ejemplo, para trabajar en un departamento donde se requiriese actuar con inmediatez. Imaginemos por ejemplo, un médico del servicio de urgencias.
En cambio, la habilidad de la impaciencia manejada desde el ego, crearía a un personaje caprichoso, que cuando no se atendiesen sus necesidades de inmediato, abusase de su autoridad o don de liderazgo/mando para ir desatando su ira o mal carácter en su entorno.
Es por este motivo, que todas las energías tienen su lado de luz y de sombra. Por eso, es muy importante ser consciente de ello, y tomar consciencia que si algo falló en nuestro proceso evolutivo y depositó alguna de nuestras habilidades en el lado de la sombra, sepamos que podemos transmutarlo hacia algo mejor.
Gracias!