¿CUÁNTO TIEMPO PASAS EN CONTACTO CON LA NATURALEZA?
La revolución Industrial trajo consigo el inicio masivo del éxodo rural hasta nuestros días. Millones de familias dejaron atrás su vida en el campo, para buscarse un futuro más prometedor. Y las máquinas, cada vez más presentes en nuestro estilo de vida, han ido dejando atrás lenta y progresivamente oficios y trabajos donde se requería de la habilidad y las manos del hombre. Poco a poco y muy silenciosamente, siguen colonizándonos.
Este nuevo estilo de vida en las grandes ciudades, nos ha ofrecido miles de variedades de distracciones de todo tipo: comercios, cines, conciertos, teatros, salas, centros, estilos de vida, moda, escuelas, universidades. Un abanico enorme de posibilidades a escoger. Y lo más negativo de todo esto, es que nos aleja de nuestra verdadera esencia: La naturaleza.
«Es esencial que no olvidemos que formamos parte de la naturaleza»
A qué me refiero cuando hablo de esencia y desconexión con la naturaleza?
A estar demasiado pegados a la tecnología, a creer que necesitamos cosas que realmente son innecesarias. A no vivir la maravillosa experiencia de sembrar con nuestras manos, cuidar y recoger la cosecha para ser autosuficientes. A conocer la flora y la fauna de nuestro entorno y todo lo que podemos obtener de ellos. Para muchos puede sonar a utopía y para muchos otros, quizás sientan que volver a vivir así, sería un retroceso. Personalmente creo que el verdadero retroceso lo hemos hecho viviendo de una manera alejada de nuestra verdadera esencia.
Muchísimos estudios han demostrado, que pasear rodeado de naturaleza es una forma fácil e inmediata de mejorar el estado de ánimo , reducir el estrés e incluso la violencia. Pero creo innecesario que nos apoyemos de pruebas ensayo-error clínicas. Creo que en el fondo de nuestro interior, si escuchamos a nuestro instinto, sabemos de donde venimos y a quién pertenecemos. El asfalto, el ruido, la escasez de árboles, la contaminación que nos impide ver las estrellas (por no hablar de sus efectos en la salud) me cuesta creer que sea lo natural para ninguno de nosotros.
La naturaleza, no sólo nos proporciona sustento, sino también bienestar y felicidad.
- No os sentís especialmente bien cuando hacéis una escapada a la naturaleza? Todos solemos decimos: que bonito lo que he visto, me ha relajado mucho, he desconectado…
Aprovecho para lanzar mi pequeño homenaje a Félix Rodríguez de la Fuente, quién se empeñó en educarnos en la necesidad de lograr una convivencia armónica con la naturaleza.
«La naturaleza potencia tu energía interna y te enseña grandes lecciones si estás dispuesto a observarla con detenimiento y comprender que es parte tuya»
Si observamos el ciclo de la naturaleza podremos comprender que todo está conformado por ciclos y etapas. Desde la simple evolución de un día a una estación. Los humanos, parece ser, somos la única especie viva en nuestro planeta, dotados de mayor inteligencia en la pirámide evolutiva. Pero, os habéis preguntado de qué nos sirve esa inteligencia suprema en comparación con otras especies, si no nos convierte en seres adaptados y conectados con los ritmos naturales? Observar la naturaleza sin prisas y con detenimiento es como abrir una caja de sorpresas. Especial y único para cada uno de nosotros, donde podemos aprender mucho de la vida en general.
Tan sólo necesitamos: salud, cobijo y amor»
Nos apegamos a situaciones, nos resistimos al cambio, el miedo nos devora y bloquea, nos da miedo envejecer y por encima de todo y para resumirlo en una frase: no sabemos aceptar.
Es inerte a cualquier ser vivo, sentir miedo. Y es necesario hacerlo, porque es un instinto de supervivencia. La precaución nos puede ahorrar muchos problemas, pero sobretodo si nos viésemos en un estado de supervivencia necesaria y real. Y nuestro mayor problema, es que desencadenamos el instinto de supervivencia para las cosas más insignificantes. Por lo que vivimos en una continua situación de estrés que de ello no depende que vivamos o muramos.
Si nos detuviésemos a menudo a observar a los animales en libertad, esos seres independientes y libres, aprenderíamos mucho de ellos. La vida no es fácil para nadie. Es un constante reto. Unos tienen retos más sencillos y otros más complejos. Pero todas absolutamente todas las especies, se retan a diario para sobrevivir. Y de qué manera lo hacen? Eso podéis averiguarlo estudiando, o lo que es mejor que eso: observando. Y se aprende mucho, de la vida en general.
Desde aquí, os animo a recordaros que si no tenéis la posibilidad de vivir rodeado de naturaleza, vayáis a buscarla a menudo. No permitamos que el ritmo de la vida no nos deje tiempo para hacerlo. Y aunque os guste ir en vuestras vacaciones a visitar una ciudad, algo tan respetable y bonito como cualquier otra cosa, hacer de tanto en cuanto una visita con la Naturaleza. Os lo agradeceréis!